Siempre cuando uno cree que el temporal se está yendo,
que el cielo de verde oscuro torna grisáceo
para dar lugar a los rayos dorados de luz,
un nuevo relámpago azota la quietud
Con la brisa ribereña que cada vez está más violenta
volando los paraguas de la gente y con las bocacalles tapadas,
la tormenta vuelve a agitar los sentimientos ya perturbados
"Estamos bien, la tormenta ya pasó"
Y entonces la incredulidad nos domina,
porque ya no sabemos cual es el futuro real,
que es verdadero
que es falso
que es mas o menos
Ya no lo sabemos, entonces solo nos quedan los rayos dorados,
y el cielo que se torna grisáceo y luego verde oscuro
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